Algunos pocos lectores-amigos saben de mi comatosa tesis doctoral, arrancada allá por el 2002, mediante la cual pretendía realizar una aportación original al conocimiento humano en el ámbito de los negocios basados en el desarrollo de comunidades virtuales. Pretendía trabajar con modelos de dinámica de sistemas en la identificación de aquellas variables que resultaran mejores y/o más tempranos predictores del éxito futuro de un negocio tipo Facebook. Qué tiempos tan bonitos, aquellos.