Escribo esto en un descanso de una jornada maratoniana en la que estoy entrevistándome con un equipo de emprendedores 'Agile' cada hora. Uno de ellos me pregunta si 'esta metodología', que personalmente prefiero entender como un 'enfoque' o 'vía' [¿Tao?] si 'esto del Agile', en resumen, 'vale para todos'. La pregunta me sorprende. 'No, por supuesto que no', le respondo. No sería eficiente tratar cualquier iniciativa emprendedora desde una perspectiva Agile. Por supuesto que no.
Lo que determina, en primer lugar, si una iniciativa puede beneficiarse del empleo de un enfoque Agile [aplicación de Valores, Principios, Prácticas, Metodologías, en ese orden] es la Incertidumbre asociada a la misma. Normalmente me refiero solo a la Incertidumbre, que a menudo es consecuencia directa de la Complejidad, que a su vez se deriva del número y naturaleza de variables - agentes - relaciones que intervienen en la situación. Agile es [debería ser] la opción por defecto para el 'manejo' en el ámbito de lo Complejo, como saben los hipotéticos lectores de este blog. A Dave Snowden os remito.
El grado de novedad también es determinante en lo que a la Incertidumbre se refiere, por supuesto, aunque con matices. La originalidad, como saben bien mis alumnos de los Talleres de Creatividad para la Innovación, es una cuestión estadística, que a menudo defino como 'frecuencia de aparición'. Es dependiente del observador, así como del contexto. Siempre puedes encontrar alguien, o una situación, en la que algo, cualquier cosa, sea 'original'. Y viceversa. Pero sí, definitivamente, algo que representa una novedad en tu contexto es un firme candidato al empleo de un enfoque Agile.
Agile puede entenderse como una respuesta a la gestión en condiciones de elevada incertidumbre, p.ej. la que rodea el desarrollo de un producto complejo como el software. Los valores, principios, prácticas o metodologías Agile contribuyen a minimizar los riesgos inherentes. Aumentan las probabilidades de llevar a buen fin la iniciativa. A más Incertidumbre, más conveniente es emplear enfoques ágiles en el desarrollo de tu idea de negocio.
Además de la Incertidumbre, estoy utilizando otra dimensión para 'situar' una start-up. La llamo Madurez. Es un término ambigüo, con connotaciones que no gustan a todo el mundo, pero es muy utilizado en otros esquemas [ej., CMMI]. ¿De qué hablamos cuando hablamos de madurez en este contexto? Estoy trabajando en ello, de momento es más una intuición que otra cosa. Madurez de los promotores, para empezar. Madurez no son años, aunque idealmente una cosa acompaña a la otra. Madurez personal, madurez profesional. Experiencia. Experiencia como emprendedor. Aspectos como la motivación para emprender pueden entrar aquí. Luego está la madurez del equipo. ¿Es, realmente, un Equipo? ¿Es un Equipo completo? ¿Reúnen los emprendedores el conjunto mínimo de conocimientos, habilidades, necesario para sacar adelante la iniciativa, con lo que sabemos de la misma ahora, en este momento? ¿Estamos hablando de una idea? ¿De una sociedad en marcha? ¿Cuál es su historia?
Sabéis cómo nos gusta a los Consultores esto de usar matrices 2 x 2. Ahí tenéis una para ayudaros a decidir si vuestro proyecto se beneficiaría o no de un enfoque Agile. Está testeada con unos 50 proyectos.
En realidad, lo de menos es dónde te situes finalmente en la Matriz. Lo importante es el proceso que lleva hasta que finalmente decides dónde situarte. Este es un aspecto común a todas las técnicas del Agile Entrepreneurship. Todas tienen al menos tres componentes: lo que se ve, lo que se dice y lo que se hace con el resultado, una vez utilizadas. Lo hablaremos otro día.
Comments