Hace un rato almorzaba con un inteligente emprendedor que se dedica a captar financiación para empresas de nueva creación. Un 'fundraiser' que dirían los anglosajones, salvo que su especialización es la captación de fondos procedentes del ámbito público - no subvenciones, sino créditos blandos como los proporcionados por ENISA. Puedo citar de memoria al menos cuatro empresas que se dedican a esto mismo, porque se da la circunstancia de que tengo buenos amigos en cada una de ellas. Todos son buenos profesionales, haciendo una labor necesaria que aporta un valor muy real tanto al emprendedor como a la Administración, a la que, para empezar, ayudan a ser más eficiente.
Ahora mismo hay mucho trabajo para todos, o al menos esa es la impresión que se tiene en el sector, aunque creo que habría que matizar esta apreciación. Desde luego, hay una tendencia al alza en la creación de nuevas empresas... pero no todas estas iniciativas cumplen con los requisitos exigidos, por ejemplo, para un crédito del CDTI. Es decir, a mis amigos no les vale cualquier proyecto, con lo cual el tamaño efectivo del mercado es menor de lo que pudiera parecer a raíz del movimiento que se percibe. Además, es de esperar que a lo largo del 2011 sigan apareciendo nuevos jugadores. De hecho, conozco al menos otros dos profesionales libres, financieros, que están consiguiendo bastante trabajo en esta línea. Es posible que la tarta se haga comparativamente más pequeña para todos en uno o dos años [no lo sé, es una suposición].
Todas estas empresas, salvo una, son PYMES de pequeño tamaño o más bien microPYMES, de alrededor de cinco trabajadores [algunas más, otras menos]. La empresa más grande compite con mucha eficacia en el mercado, consiguiendo muchos de los mejores proyectos en circulación. Hay varios factores a considerar, pero desde luego el tamaño es uno de ellos, haciendo que para este competidor sea un poco más fácil seguir creciendo que para los más pequeños. Un círculo virtuoso, realimentación positiva.
El tamaño de la organización es, en primer lugar, una decisión estratégica de los propietarios del sistema. Puesto que conozco a los fundadores de las otras tres empresas, las más pequeñas, no pude evitar comentarle a mi interlocutor que probablemente todos saldrían ganando si se produjera una concentración en el tablero de juego. En otras palabras, podrían unirse para hacer algo más grande, más eficiente, más competitivo.
Le pregunté a mi interlocutor qué opinaba sobre esto. Me dio cortesmente la razón... pero supe que no creía que fuera a ocurrir, amigos. No va a ocurrir porque, en el fondo, estoy seguro, las personas que emprenden en nuestro país prefieren ser "cabezas de ratón" antes que "cola de león". Dicho en otras palabras, ninguno quiere "escribir la segunda página del libro", aunque ese libro fuese el equivalente de 'El Quijote' en el siglo XXI. No quieren renunciar a ser los capitanes de su embarcación, aunque sólo sea una chalupa. Y no digo que no les entienda, pero creo que si esto es verdad, España tiene un serio problema [y no es nuevo].
Ok, de acuerdo, estoy simplificando. Hey, seguro que siempre hay buenas razones para no unir fuerzas con tu competidor. Pero... es que inmediatamente después del almuerzo que provocó estas reflexiones me ha llamado una asociada mía con un caso que en esencia es el mismo. Demasiada coincidencia.
Un partner con el que trabajamos quiere que le pongamos en contacto con una empresa de su competencia que ofrece un producto que no es sólo competidor, sino curiosamente complementario. Me explico. Digamos que el producto tiene dos componentes, A y B. Nuestro partner hace muy bien uno de ellos, por ejemplo A, y un trabajo decente en el otro, B. Por el contrario, su competidor hace un B realmente bueno y un A pongamos que mejorable.
Nuestro partner es excelente técnicamente. Su competidor es excelente "marketinianamente". Están en un mercado muy nuevo, con un producto innovador, en el que la competencia, más fuerte, viene de fuera. Llevan unos años vigilándose el uno al otro. Ahora, nuestro partner ha decidido convocar una reunión con su competidor para hablar de una posible colaboración, tal vez, a medio plazo, de la fusión de las dos empresas. Creemos que sería muy bueno para todos, incluso para este país, contar con una empresa fuerte capaz de competir a nivel internacional en este mercado. ¿Lo conseguirán? Cabeza de ratón, cola de león...
Hay que innovar, por supuesto. Hay que salir fuera, está claro. Y hay que unir fuerzas, señores. Recordad el mensaje que me hizo llegar Al Gore a través de la Rubia. Si uno quiere caminar rápido, tiene que ir solo. Pero si uno quiere llegar lejos, tiene que caminar en grupo.
El honor es mío... Yo lo relaciono, en parte, con diferencias en las unidades de transmisión cultural (los "meme" de Dawkins) entre las sociedades latina, donde la dependencia es habitual y suele venir impuesta de arriba (familia, Estado...)y anglosajona, mucho menos dependiente y marcada, en cuanto a lo económico, por ciertos principios fundacionales de Estados Unidos. Alexander Hamilton y Thomas Jefferson, que discrepaban en algunos aspectos económicos, compartieron los principios comunes de la política económica de los nacientes Estados Unidos: propiedad privada, libre mercado y una moneda fuerte. Libre mercado quería decir, básicamente, que cualquiera debería ser libre para vender cualquier cosa a cualquier persona en cualquier lugar y a cualquier precio mutuamente convenido. Esto, en la práctica, significa igualdad de oportunidades y también, en la práctica, abre el abanico de la búsqueda de esas oportunidades más allá del núcleo familiar.
Posted by: Miguel | 02/07/2011 at 02:39 PM
Gracias por tu comentario, Adrián.
¿Por qué no hay empresas de mayor tamaño en España o Costa Rica? Todo lo que pueda decir ahora mismo no es más que pura elucubración. La coincidencia de esas dos anécdotas que relato me ha llevado a pensar en algo que probablemente contribuya a ese resultado, algo que podríamos llamar propio del carácter del pueblo español [¿Tal vez latino?], una desconfianza a lo que está más allá del círculo cercano de familiares y amigos. Es un rasgo cultural que puede medirse y que algunos estudios relacionan con otros 'malos hábitos' como el nepotismo o la corrupción. Como he dicho antes, Fukuyama lo relacionaba con algo llamado "Social Capital", literalmente 'capital social', directamente relacionado con la capacidad de confiar en otros seres humanos que no son miembros de tu grupo o tribu y, sobre esa confianza, construir una relación de cooperación que beneficie a todos.
Posted by: Mario López de Ávila Muñoz | 02/04/2011 at 07:26 PM
Dr. Medialdea, es un honor contar con ud. entre los comentaristas de este blog! :-) Cojonuda la analogía.
Posted by: Mario López de Ávila Muñoz | 02/04/2011 at 07:14 PM
Como observador desde lejos (me encuentro en Costa Rica, América Central), me llama mucho la atención encontrar que el individualismo es un problema en España también. En Costa Rica tenemos muchas historias folclóricas al respecto. Una cosa que me llama la antención en mi país es que la gran mayoría de empresas nacionales fueron compradas por consorcios extranjeros. En la actualidad no tenemos muchas empresas que se estén perfilando como "grandes" en nuestro medio. No tenemos una generación grande de negocios innovadores. Me pregunto si el individualismo tiene que ver con esa realidad... Tal vez no se trate de un problema de los seres humanos.
Posted by: Revistainnovar | 02/04/2011 at 06:05 PM
El individualismo tiene una apariencia natural. Nos han dicho, incluso, que la lucha individual, el camino en solitario..., es el paradigma del darwinismo. Una gran sequoia compitiendo por la luz frente a los árboles de la vecindad; un león macho desafiando a otros congéneres por la dominancia de un grupo... Pero lo cierto es que la evolución transcurre en el seno de las poblaciones y, al final (disculpadme el simil biológico... no lo puedo evitar), lo que cuenta es el acervo genético de leones y sequoias; esto es, el conjunto de genes de sus respectivas poblaciones. Un individuo puede ser un excelente profesional de las finanzas o de la investigación científica, pero sin un tejido productivo o de investigación, su iniciativa no llegará lejos. Este es el principal problema de España. Un problema de base, de mentalidad, de entender erróneamente el concepto de competencia, de creer que toda lucha conlleva la inevitable destrucción del contrario (la biología nos podría enseñar de nuevo lo equivocado de este concen otro epto). La cooperación es la referencia topográfica que necesita todo profesional del ámbito que sea. Lo aprendí observando jirafas en otro tiempo y otro lugar. Aunque apenas interaccionan y rara vez hacen otra cosa juntas que caminar o comer, la cooperación sigue siendo su mejor arma frente al ataque de un depredador. La cooperación es, en definitiva, el auténtico capital de la sociedad jirafa.
Posted by: Miguel | 02/04/2011 at 02:00 PM
Sin embargo en el colegio les enseñan a trabajar en grupo. ¿Por qué se pierde el impulso?
Quizá las redes sociales ayuden a los niños de hoy a generar redes, colaboraciones, contactos, apoyos que se mantengan en el futuro.
Pero todos tenemos que colaborar.
Los más veteranos adaptándonos y aceptando el reto aunque sepamos que nos van a pasar por todos los lados.
Los pequeños aprendiendo y los que están en la batalla del NI-NI apagando GH en algunas ocasiones...
Posted by: marcos | 02/03/2011 at 09:20 PM
Gracias por tu comentario, Gerard.
Es cierto que el contexto actual no ayuda mucho, no... aunque creo que este tema viene de muy atrás, no es algo nuevo. Tenemos un tamaño medio de empresa muy por debajo de la media europea. Más de la mitad de las empresas activas en España no tienen ningún empleado. De acuerdo, este dato puede explicarse de muchas maneras, pero estoy seguro de que uno de los factores que influye es ese individualismo a ultranza que nos caracteriza. Para mi esto tiene que ver con ese concepto de "Capital Social" que popularizó Fukuyama en su mejor ensayo, en mi opinión, hasta la fecha: "La Confianza". Nos cuesta mucho renunciar a nuestra autonomía, incluso a pequeñas parcelas de la misma, incluso a aquellas en las que ganaríamos mucho si cediéramos el control a otro. No sabemos cooperar, básicamente porque no confiamos unos en otros y no lo hacemos por buenas razones [Guerra Civil incluida]. Pero la confianza es el sustento de todas las relaciones sociales, es el auténtico capital de una Sociedad y en esto, me temo, también tenemos un déficit de cagarse.
Posted by: Mario López de Ávila Muñoz | 01/31/2011 at 09:55 PM
Es cierto ese problema que tiene España, pero es que la sociedad se ha acomodado durante años, y este cambio de sistema que se requiere, tanto a nivel profesional como económico, va a generar problemas en los ámbitos sociales y emocionales. Prefieren capitanear también en mucha parte porqué muchos parados han sufrido toda clase de despidos. Se ha generado un ambiente muy poco idóneo para tener una economía productiva. No sé que ocurrirá, pero esperemos que pueda ir a mejor. (Algún día).
Posted by: emprenedor | 01/31/2011 at 07:45 PM