Ayer, en el transcurso de una conferencia sobre 'Agile Entrepreneurship' que impartí para el Club de Antiguos Alumnos del IE sorprendí a los asistentes informándoles de que nada de lo que habían aprendido en sus [por otro lado magníficos] programas MBA, Executive MBA, etc, les preparaba para poner en marcha una nueva empresa. Y menos que nada, lo que habían aprendido en la asignatura de Creación de Empresas. Inmediatamente les aclaré que los alumnos del IESE, ESADE o, ya puestos, de Harvard o la London Business School estarían exactamente en la misma situación [mal de muchos...].
Veréis, una start-up no es una empresa. Es una organización temporal diseñada para descubrir un modelo de negocio rentable, escalable e, idealmente, único. Los avispados lectores reconocerán las similitudes existentes con la definición de "proyecto" que aparece en el Project Management Book of Knowledge [PMBOK] del Project Management Institute [PMI]. En efecto, una start-up es un proyecto. Es un proyecto que se desarrolla en condiciones de moderada a gran incertidumbre, en función de lo innovadora que sea la apuesta del emprendedor y que, por lo tanto, conlleva aparejado numerosos riesgos, muy diferentes en naturaleza o gravedad. Es un proyecto en el que el resultado último buscado es la validación de un modelo de negocio [rentable, escalable].
Lo que aprendemos en los másters al uso te prepara para actuar a partir de ahí, es decir, una vez cuentas con un modelo de negocio testeado. Todo lo que nos enseñan en marketing, finanzas, operaciones o recursos humanos es de enorme utilidad a partir de ese momento, para desarrollar, escalar, hacer crecer. O simplemente para mantenerlo en marcha. Pero es de poca utilidad e incluso contraproducente cuando se pretende utilizar mientras todavía estás definiendo tu producto, tu modelo de generación de ingresos, tus procesos de comercialización, etc. Mientras estás 'descubriendo'.
Me llegan continuamente anuncios de "masters para emprendedores". Leo los programas, encuentro básicamente lo de siempre. No digo que sus diseñadores no hayan intentado honestamente dar una respuesta a los desafíos a los que se enfrenta un emprendedor, ni que no hayan conseguido algún resultado. Digo que en general - y no he visto ninguna excepción - siguen anclados en los mismos esquemas. Se refleja en todos los elementos del programa, empezando por su duración, estructura, formato, etc y, por supuesto, en los contenidos, enfoques, referentes y claustro seleccionado. Siguen pensando que una start-up es una empresa.
Creo que a lo largo de los dos próximos años este país va a convertirse en una "Free Agent Nation" salpicada de multitud de nuevas iniciativas empresariales, la mayor parte de las cuales tendrán carácter de autoempleo o de pequeñísima empresa. De hecho, espero que ocurra, porque estoy seguro de que o la sociedad civil se pone en movimiento o no saldremos de esta situación en una década o más. Mi único miedo es que muchas de las personas con más talento de este país van a optar por salir fuera. Por primera vez en décadas, el 'brain drain' afectará no sólo a nuestros jóvenes investigadores, sino también a los mejores gestores y/o emprendedores.
Para retenerlos aquí, para crear la ingente cantidad de puestos de trabajo que demanda nuestro país, hay que crear nuevas empresas. No hay salvación posible sin el esfuerzo emprendedor. Hay que ayudar a esas personas a emprender con garantías mínimas de éxito. Hay que ayudarles a innovar. A internacionalizar su proyecto. Y para ello las escuelas de negocio, organismos oficiales de apoyo a emprendedores, consultores y demás agentes de apoyo tenemos que "cambiar el chip". Por ejemplo, no podemos decirle a un emprendedor que pierda 7 meses preparando un plan de negocio que no resistirá el primer contacto con la realidad. J*der, es casi un delito. Ni ellos se lo pueden permitir, ni tampoco nosotros.
muchas de las personas con más talento de este país van a optar por salir fuera
No está de más que salgan fuera, los portugueses están mas internacionalizados que nosotros, hablan y pronuncian mejor el inglés, van a Angola ¡a Angola! -lo que requiere un poco menos de soberbia- y cuando vuelven han visto mas mundo, mas negocios y organizaciones que nosotros abrigados con la piel de toro y nuestras afamadas y prestigiosas escuelas de negocio.
Posted by: JL Salgado | 12/08/2010 at 08:20 PM
Mario, en tu línea, excelente reflexión. Los emprendedores necesitan vía libre y bien asfaltada... el resto se aprende!
Posted by: Fidel | 12/03/2010 at 08:45 PM
Ojala ese cambio llegue pronto y este querido país que tanto ha crecido en los últimos 25 años pase de una vez a un siguiente nivel. Se deshaga de los complejos que tanto nos lastran y se demuestre así mismo lo bueno que es y como podemoa pasar de las buenas intenciones e ideas a productos y servicios competitivos y demandados en cantidad suficienciente como para desplazar al sol, playa y ladrillo...
Posted by: Raul | 12/03/2010 at 06:57 PM
Gracias por tu comentario, JM :-)
Y sí, nos ha tocado vivir una época interesante... que dirían los chinos :-)
Posted by: Mario López de Ávila Muñoz | 12/03/2010 at 06:54 PM
Se puede decir más alto, pero no más claro. Ole.
Así como el modelo económico está caduco, los modelos de gestión tradicional también lo están para esta nueva revolución.
Rodolfo Carpintier lo explicaba muy gráficamente: hay que elegir entre criar pocos elefantes (modelo tradicional/industrial) o romper muchos huevos (modelo start-up/ágil)
Aunque parezca lo contrario, somos unos privilegiados. Estamos viviendo en primera persona un cambio de era, mayor que la revolución industrial.
Un abrazo!
Posted by: JM | 12/03/2010 at 10:16 AM