Los que somos seguidores fieles de El Roto nos encontramos esta mañana con el planteamiento de una bonita "nube" de la mano de este genial humorista-filósofo. Chisco no pudo resistir la tentación de "nubificar" aquello que leía y el resultado ha sido una sencilla a la vez que transcendental - acojonante, diría yo - nube que os adjunto [más o menos] con su permiso. Evaporar esta nube daría para más de una tarde de café, Chisco, pero qué bien empleados estarían ese tiempo y esos cafés, ¿no es cierto?
No podemos culpar a los gobiernos ni a los departamentos de marketing de las empresas de las consecuencias de un conjunto de decisiones personales que NOSOTROS MISMOS tomamos. El consumismo compulsivo no existiría sin nosotros, los consumidores compulsivos. Somos responsables directos (y víctimas).
Es decir, que no creo que consumamos demasiado porque el gobierno nos induzca a hacerlo. Consumimos demasiado porque tenemos un sistema económico que genera más riqueza que la que necesitaríamos para consumir lo justo para vivir.
Dicho esto, personalmente me gustaría que los gobiernos distribuyesen los impuestos de tal forma que las acciones "malas" para el planeta fuesen también "malas" para mi bolsillo. Es decir, no espero que nadie me premie por usar una bicicleta, pero si llenar el deposito del coche costase cientos de euros tal vez viviríamos en ciudades más habitables. Supongo que esto es economía-ficción.
Posted by: Nacho | 05/12/2008 at 09:11 AM
Justo lo que dice Albert Boadella en su última entrevista en el mundo:
Entrevistador: ¿Por qué cree que estos nuevos filántropos convencen tan fácilmente a todos los gobiernos, tanto conservadores como socialistas?
Albert Boadella: A los Gobiernos esta historia les va fantástica. Es una historia en la cual pueden mostrar su buena disposición ante los demás. Aquí hay una de las cosas que resultan más extravagantes: por un lado, se promueve una información alarmista destinada a las masas que amenaza con el cambio climático y la supuesta destrucción del planeta; pero por otro lado, se estimula al ciudadano constantemente para que practique un consumismo compulsivo, el cual, no nos olvidemos, es la causa principal de esta supuesta destrucción del planeta. Es decir, que si baja el consumo, la economía se va al traste pero, por otro lado, cuidado que nos cargamos el planeta.
http://www.elcultural.es/HTML/20080508/TEATRO/TEATRO23109.asp
Posted by: Luis-tic616 | 05/10/2008 at 04:48 PM
En mi supina ignorancia sólo veo la solución en una tormenta de rayos, truenos y centellas, aunque seguro que la flecha en forma de rayo significa alguna otra cosa...
Posted by: M@k, el Buscaimposibles | 05/10/2008 at 01:09 AM