Por cortesía de Gary Klein. Pregúntate: "¿Qué evidencias necesitaría para convencerme de que mi interpretación es errónea? ¿Qué nuevos datos o información, podrían hacerme cambiar de opinión? ¿Qué hechos, de ser conocidos, me harían abandonar mi posición?". Si no se te ocurre una buena respuesta a estas preguntas, entonces es bastante probable que estés siendo víctima de una "fijación" [mira que eres cabezota, hijo mío!].
Lisa Scheinkopf insistía a menudo en su clásico "Thinking for a Change" que si queremos mejorar la calidad de nuestro razonamiento, debemos buscar continuamente pruebas que demuestren que nuestras hipótesis o supuestos están equivocados. No es más que una reformulación del método científico, aplicado al pensamiento 'cotidiano'. Edward de Bono también lo ha dicho en otras ocasiones: adquirir el hábito de cuestionar nuestras percepciones nos hará pensadores más efectivos.
La paradoja es que también necesitamos un cierto grado de convencimiento, de seguridad en la adecuación de nuestro razonamiento, para ser efectivos. El cuestionamiento continuo te volvería indeciso, dubitativo. He aquí una bonita nube.
Gracias, Rafael. Efectivamente, esa era la intención de esta entrada, suscitar una reflexión en el ámbito de la mejora de nuestro propio razonamiento. Para ser mejores pensadores necesitamos ser capaces de resolver ese dilema - cuestionar o no cuestionar nuestras impresiones, juicios, conclusiones. Como dices, se trata de un hábito a cultivar.
Una reflexión adicional. Tengo la impresión de que los roles directivos en las organizaciones hacen muy difícil para las personas que los ocupan cultivar el hábito de la duda, digamos, razonable. Se supone que un directivo debe ser "decidido", tomar decisiones con rapidez, con convicción, seguro de lo que hace. Un directivo "dubitativo" es criticado rápidamente tanto por sus colegas como por sus propios subordinados, por no hablar de aquel que cambia de opinión con respecto de una decisión tomada - no es tildado de sabio, sino de "veleta". Una penita.
Posted by: Mario | 04/14/2008 at 10:35 PM
Veo que los comentarios que se hacen van más encaminados a la valoración de reuniones con terceros que al análisis interior, que creo que era la línea original del mensaje de Mario.
En reuniones con terceros, predominan los condicionantes territoriales y agresivos. Uno llega con la idea asumida de lo que quiere vender y peleará con quien trate de rebatirla.
Sin embargo, me parece que la reflexión hay que tomarla en el ámbito de la mejora del razonamiento propio. ¿Es incompatible la capacidad de autocrítica con la confianza en sí mismo? ¿Es posible introducir un hábito de reflexión que nos permita llegar a las conclusiones más válidas con independencia de nuestra apetencia por la conclusión?
Creo que el quid de la pregunta reside en el hábito de disciplina que tenga la persona, no en la calidad de una u otra técnica de pensamiento.
Un saludo y espero opiniones.
Posted by: Rafa Morales | 04/14/2008 at 11:23 AM
Quizá sea la diferencia más significativa entre la mente humana y la de otros animales.
Los humanos nacemos desvalidos lo cual puede parecer algo poco competitivo, pero es lo que nos permite tener la capacidad de seguir aprendiendo, no nacemos aprendidos, no tenemos el cerebro rebosante de verdades absolutas... ,no estoy muy seguro de esto que acabo de escribir.
Decía W.Churchill: “Fanático es alguien que no puede cambiar de opinión y no quiere cambiar de tema”.
Posted by: telemaco | 03/31/2008 at 01:26 PM
Hola Mario,
Siempre he pensado que no hay venenos, hay dosis. Lo mismo le pasa a la sal que a la duda, en su justa cantidad, todo es mas sabroso. La duda es una herramienta, pero no un multiusos. Validar la hipótesis mediante otras fuentes, es un ejercicio muy recomendable, además de aumentar la autoestima.
¡Saludos!
Posted by: µßio | 03/28/2008 at 11:01 PM
Raúl, es cierto que se habla de la fijación en Trampas Mentales, pero se trata de otro tipo de fijación - la de continuar pensando o haciendo algo que dejó de tener sentido hace tiempo. En el contexto del post, fijación es más bien incapacidad para cambiar de opinión con respecto de algo, de "ver" más allá. Creo que el término es empleado de distinta manera por estos autores.
Posted by: Mario | 03/28/2008 at 07:51 AM
jeje.. Trampas Mentales de Gestión 2000 en su capitulo 4 hace una descripción muy buena de que eso de la "fijación".
Que lo disfruteis ;-)
Posted by: Raúl | 03/28/2008 at 12:08 AM
Hay veces que este tipo de comportamientos de aferrarnos a nuestros argumentos y no dar el brazo a torcer. Nos hace llegar a situaciones esperpéntica. En algunas reuniones a las que he asistido, parecía que entrabamos en un buble, en el que cada cual repetía y repetía su argumento; sin convencer a los demás.
Nos tomamos lo de convences a alguien de lo que nosotros pensamos como una victoria personal. Y la verdad, no es para tanto.
Saludos
Posted by: ekaizen | 03/26/2008 at 07:28 PM
Bueno, hay momentos y momentos para plantearte los cambios... tienes que seguir creyendo lo que crees hasta que te demuestran lo contrario...
Cuando yo discuto de algunos de temas, me suelen decir que soy muy cabezota y que no debo intentar convencer a la otra persona de lo que yo pienso... pero ¿por qué no? !yo siempre estoy dispuesto a que me convenzan¡
Debe ser que no todo el mundo quiere mejorar sus ideas...
Posted by: Joserra | 03/26/2008 at 10:58 AM