En una entrada anterior presenté a los protagonistas de lo que Oshry denomina la Danza del Reflejo Ciego: los TOP, los BOTTOM y los MIDDLE. Ahora pasaré a comentar qué tipos de relaciones se establecen en los sistemas humanos. Lo que sigue es, en su mayor parte, apuntes de 'Seeing the Systems: Unlocking the Mysteries of Organizational Life' que he utilizado en alguna ocasión. En una tercera y última entrada sobre el trabajo de Oshry, hablaré de los problemas que aquejan a TOPs, BOTTOMs y MIDDLEs en particular, así como de las potenciales soluciones a los mismos.
Oshry nos dice que a lo largo de los años que ha dedicado al estudio de los sistemas humanos, ha encontrado tres tipo de relaciones que se establecen regularmente, tanto en una familia, como en un aula, en una organización empresarial o, incluso, en una nación-estado. Estos patrones de relación 'universales' son: la relación TOPS-BOTTOMS; la relación entre "los que están situados en los extremos" (ENDS) y los que están situados en el medio (MIDDLES), o relación END-MIDDLE-END y, por último, la relación entre "los que proporcionan algo" (PROVIDERS) y "los que reciben ese 'algo'" (CUSTOMERS) o relación PROVIDER-CUSTOMER. Cada una de estas relaciones deriva en su propia variante de Danza del Reflejo Ciego.
La relación TOP-BOTTOM es una en la que a una de las partes - los TOPs - se le ha asignado la responsabilidad de los resultados del sistema o parte del sistema - organización, división, departamento, aula, proyecto, reunión, etc -, mientras que la otra parte - los BOTTOMs - es un miembro de dicho sistema - trabajador, profesor, alumno, miembro del equipo de proeycto, etc. Todos nos encontramos implicados en una variedad de relaciones TOP-BOTTOM. A veces como TOP y otras veces como BOTTOM.
En la Danza del Reflejo Ciego TOP-BOTTOM,
los TOP van asumiendo progresivamente más y más responsabilidad sobre
el sistema, mientras que los BOTTOM van siendo progresivamente menos y
menos responsables. Y esto ocurre sin que ni unos ni otros sean conscientes de lo que está pasando.
Los profesores pasan a ser responsables del 'fracaso escolar', no los
estudiantes. Los ejecutivos en las empresas son responsables de los
resultados, no sus empleados. Los padres son responsables del
comportamiento de sus hijos. El líder es responsable, no sus
seguidores. De modo que cuando surgen dificultades - y estas surgen,
tarde o temprano -, los TOPs se sienten
agobiados, mientras que los BOTTOMs se sienten oprimidos. Los TOP se
ven desbordados, los BOTTOM abandonados.
Otras veces nos vemos involucrados en relaciones END-MIDDLE. La relación END-MIDDLE-END es una en la que dos o más partes - los ENDs -, cada una con su propia agenda, miran hacia una parte común, el MIDDLE, para que les ayude a sacar adelante sus objetivos. A veces nos vemos como un MIDDLE entre dos o más extremos cuyos intereses entran a menudo en conflicto unos con otros. A veces somos un END, demandando de un MIDDLE que apoye nuestra agenda. En ocasiones, las relaciones END-MIDDLE son verticales, como cuando ocupamos un puesto de mando intermedio en una organización. En otras ocasiones son horizontales, como cuando actuamos de mediadores en una negociación o como cuando hacemos las veces de contratistas de servicios para un tercero.
En la Danza del Reflejo Ciego END-MIDDLE-END, los END van siendo progresivamente
menos y menos responsables de resolver sus propios asuntos y
conflictos, mientras que el MIDDLE es cada vez más y más responsable de
ellos. Como antes, esto ocurre sin que sea percibido por
ninguna de las partes implicadas en la 'danza'. Los ENDs plantean sus
demandas al MIDDLE, demandas 'sencillas', cosas que 'cualquier MIDDLE competente debería ser capaz de resolver', pero que los MIDDLE encuentran difíciles de manejar, a pesar de sentirse cada vez más responsables. Es fácil ver cómo los END terminan sintiéndose carentes de apoyo, mientras que el MIDDLE se siente dividido, confundido, inefectivo e incompetente.
En la relación PROVIDER-CUSTOMER,
una parte - el PROVIDER - debe proporcionar un producto o servicio a la
otra parte - el CUSTOMER. En nuestra vida nos encontramos a menudo en
relaciones PROVIDER-CUSTOMER, unas veces en un papel, otras veces en
otro. Cuando entramos en la Danza del Reflejo
Ciego, el proveedor va siendo progresivamente más y más responsable de
la entrega del producto o servicio, mientras que el cliente es menos y
menos responsable. "Dar" se convierte en un asunto exclusivo del PROVIDER; "Recibir" es la única opción del CUSTOMER.
Una vez más, esto ocurre sin que ninguna de las dos partes sea
consciente de ello. Cuando se producen problemas en la entrega - y
siempre se producen -, el CUSTOMER se convierte en la parte 'Justamente
Indignada'. El problema es del PROVIDER, que pasa a ser la parte
'Juzgada'. 'Es tu culpa, yo merezco un buen servicio', dice el CUSTOMER. 'Lo hicimos lo mejor que pudimos, es sólo que tus demandas son irracionales, no sabéis lo que cuesta hacer lo que habéis pedido'.
Los CUSTOMER, dicen los PROVIDER, no saben lo que es bueno para ellos.
No aprecian lo que se hace por ellos. Son caprichosos, desleales.
Todas estas relaciones pueden estar dándose - y se dan, habitualmente - de manera simultánea. Los pocos lectores que hayan llegado a este punto - Telémaco, cuento contigo! - se habrán dado cuenta de cuál es la naturaleza esencial de la Danza del Reflejo Ciego. El
baile comienza siempre que una de las partes en una relación renuncia a
hacerse responsable de los resultados de la misma, mientras que la otra
parte asume toda la responsabilidad sobre el sistema, el proceso, los
resultados. Y el gran facilitador de este movimiento es nuestra ignorancia de la existencia de estas dinámicas y nuestra ceguera a
las mismas. En todos los casos, es necesario, es posible, para cada
una de las partes el asumir la responsabilidad del proceso, de los
resultados, de la relación. Todos deben implicarse directamente en
ella, esforzarse por conocer cómo funciona, estableciendo estándares
claros y haciéndolo desde el principio, como 'socios',
'co-propietarios' de la misma. Desgraciadamente y como decía Miguel, esto no es fácil. Oshry concluye, al final de uno de los capítulos de su libro, que la corresponsabilidad en una relación es una actitud / estado de situación "innatural". Mal rollito.
Gracias por tu comentario, Senior Manager.
Aunque es evidente que carezco de tu talento literario, aprovecharé tu comentario para dejar constancia de que también yo ¡estoy encantado con mis socias! No hay TOPs en guerra en SportPRO... Afortunadamente!
Posted by: Mario | 11/09/2007 at 10:38 AM
En la empresa para la que trabajo, sabemos bien de lo que hablas, no precisamente por ser un tema trillado y familiar….sino porque somos expertos bailando la danza y la hemos perfeccionado tanto que ahora la bailamos con las manos agarradas…Hemos aprendido que en la empresa primero somos seres humanos y luego empleados, por lo que hemos estrechado los espacios vacíos que conforman las relaciones laborales transformándolas en relaciones humanas, haciéndonos (en el proceso) responsables de potenciarlas a la máxima potencia posible. Ahora nos comunicamos y relacionamos en círculo, viéndonos todos a la vez, incluso con el rabillo del ojo, evitando el “reflejo ciego” que mencionas y repudiando seguir comunicándonos a imagen de los diagramas de flujo que señalas en tu post. Cada vez que notamos que alguno de los miembros trata de soltar las manos para salirse del círculo o que por el cansancio, el stress o los conflictos alguno relaja la presión de los dedos entrelazados…entonces apretamos más fuerte, con convicción, con energía y lo convencemos de que estamos allí para seguir bailando…así en círculo y que queremos que nos acompañe, que cuando nos sienta también flaquear… que nos ayude y nos apriete más fuerte…hasta sentir su pulso para lograr que los latidos de su corazón sigan un mismo ritmo junto al nuestro y con el de los demás…
Posted by: Senior Manager | 11/08/2007 at 01:05 PM