Leí, escuché, me contaron alguna vez, que los Mayas, al contrario de lo que suele pensarse, sí que conocían la rueda. El problema es que sólo la utilizaron para fabricar juguetes de madera. Nunca se les ocurrió emplearla para ayudarse a transportar cargas [ver comentario del Sr. Papalia a esta entrada]. No sé a vosotros, pero a mí este es el tipo de cosas que me hacen pensar. Me recuerda aquella fantástica definición que de la Innovación nos ofreció Drucker cuando dijo que innovar no es más que encontrar nuevos usos a viejos recursos, que se me antoja lo mismo que decir que sólo Dios creó alguna vez a partir de la nada [En "La Innovación y el empresario innovador". Cito de memoria. Por cierto que este señor sí que nos hacía pensar, ¿verdad?].
A manera de resumen: (a) buena parte de los problemas a los que nos enfrentamos, tanto técnicos como de negocios, pueden resolverse sin necesidad de complicar más el sistema o de hacer inversiones alucinadas, a partir del uso creativo de los recursos ya disponibles; (b) es una buena práctica, ante cualquier situación problemática, hacer un esfuerzo por 'mapear' los recursos del sistema o del entorno, prestando especial atención a la identificación de las 'reservas invisibles' existentes; (c) usaremos el 'mapa' de recursos Y nuestro conocimiento de los fenómenos y leyes físicas (psicológicas, económicas, etc, según el caso) para estimular la generación de ideas "rompedoras".
En TRIZ se entiende por recurso cualquier "cosa", información, energía o propiedades de los materiales que están ya en el sistema o en su entorno. El apartado "propiedades" merece ser destacado... por ejemplo, en un conductor de cobre destacaríamos como recursos, además del metal, su diámetro, su longitud o la forma del mismo. Si hablamos del aire, además del oxígeno, el dióxido de carbono o el nitrógeno, contaríamos con su temperatura, la presión atmosférica o la velocidad del viento. Las especificaciones de los materiales, sus propiedades, son también "recursos" en el sentido en que se utiliza este concepto en TRIZ. Insisto en ello porque es fácil pasarlo por alto.
En muchos problemas de negocio, los mismos clientes o usuarios del producto o servicio pueden considerarse como un recurso (aunque suene feo decirlo). Un ejemplo del uso de los clientes como recurso de negocio es cualquier sistema de autoservicio.
Cuando trabajamos con TRIZ consideramos que todos los elementos de un sistema, así como las interacciones que se dan entre los mismos, el entorno, TODO, incluso el vacío (especialmente el vacío), puede ser utilizado como un recurso para el aprendizaje, para la resolución creativa de un problema, para el cambio. Es cierto que en TRIZ interesan especialmente los recursos 'ociosos' - lo que algunos autores, como Ellen Domb, denominan las 'reservas invisibles' del sistema - pero no hay que descartar ninguno a priori.
Mapear recursos estimula la generación de ideas acerca de como mejorar el sistema. A menudo basta con hacer una lista de los recursos disponibles, tales como pueden ser "cobre" o "intensidad de la corriente" para encontrar nuevas formas de atacar el problema. Quede claro que el objetivo de buscar recursos en el sistema no es hacer largas listas. El objetivo es encontrar formas de utilizar recursos que nos permitirán resolver un problema. El foco de atención debería estar en generar ideas, no en hacer listas.
A veces bastará con echar un vistazo al sistema para encontrar lo que necesitamos para resolver el problema, pero en otras ocasiones deberemos combinar los recursos existentes para crear otros "derivados". Si los recursos disponibles pueden ser usados directamente o modificados para hacerlos útiles, el problema parecerá haberse resuelto "casi" por sí mismo.
He hablado en alguna ocasión del papel fundamental que juegan las contradicciones en TRIZ (aún más importante que en TOC). Inventar, de acuerdo con Altshuller, implica eliminar contradicciones técnicas o físicas. Una solución inventiva busca mejorar una parte del sistema sin penalizar otras partes o características del mismo o de su entorno. La experiencia demuestra que las oportunidades de resolver una contradicción técnica o física, aumentan si disponemos de una lista completa de los recursos disponibles para resolver el problema.
Algunos de los mejores pensadores que conozco, los "grandes solucionadores", parecen traer instalado de serie el hábito de identificar las 'reservas invisibles' del sistema. Parecen decirse "A ver, ¿Qué tenemos por aquí? ¿Qué podría usar para resolver esto cuanto antes, con el mínimo engorro?". La mayoría de nosotros, sin embargo, encontramos algunas dificultades.
La primera, la más obvia, es el desconocimiento técnico y/o científico del sistema, de su entorno o de las leyes que en ellos operan (físicas, químicas, mecánicas, etc). Eso puede resolverse incorporando al equipo personas competentes en distintas áreas de conocimiento. También ayuda desempolvar los viejos libros de bachillerato [no es broma].
La segunda gran dificultad tiene que ver con el funcionamiento de nuestra atención. Los recursos del sistema a menudo son invisibles para nosotros tan sólo porque estamos acostumbrados a no verlos. Esta situación se agudiza cuando surge un problema que capta toda nuestra atención. En este caso, puede ser útil utilizar algún tipo de 'lista de comprobación' que nos obligue a hacer un repaso exhaustivo del sistema. Hay muchas listas de este tipo en la bibliografía, que a grandes rasgos clasifican los recursos en categorías de esta o parecida manera: "sustancias y cosas", espacio, interacciones y la energía que las hace posibles, formas geométricas, propiedades de las sustancias, información, espacio y tiempo. También ayuda organizar la búsqueda por distintos niveles: entorno; sistema "macro"; subsistemas; elementos e interacciones; nivel "micro".
Es fácil sentirse abrumado por el enorme número de recursos que pueden encontrarse incluso en el más sencillo de los sistemas. Por ejemplo, en el caso de un hilo de cobre desnudo, atravesado por una corriente eléctrica, podríamos citar como recursos: el cobre; los contaminantes propios del metal (tipo, cantidad); diámetro del conductor; longitud; forma del alambre; intensidad de la corriente; frecuencia; aire compuesto de moléculas de oxígeno, nitrógeno, dióxido de carbono y agua; temperatura del aire, presión, velocidad. A su vez, estos recursos pueden combinarse entre sí para obtener otros recursos derivados: por ejemplo, el material del conductor, junto con su diámetro y su longitud, determinan el valor de la propiedad "resistencia". La "resistencia" es en este sistema un recurso derivado. El oxígeno y el cobre se combinan para dar óxido de cobre, que pasa a convertirse en otro recurso disponible. Antes que sentirnos abrumados, el mensaje que deberíamos interpretar es más bien el de cuán afortunados somos por contar con tantos recursos a nuestra disposición para resolver el problema!
Gracias por su comentario, Sr. Papalia, especialmente por la aclaración. Lo que dice tiene bastante sentido y probablemente es la mejor explicación que he oído sobre el tema. Tomo nota!
Posted by: Mario | 03/29/2010 at 02:01 PM
Conocian la rueda pero no la utilizaban porque en América del Sur no existían animales de tiro fuertes como el buey o el caballo. A lo sumo domesticaron la llama pero carecía de la fuerza necesaria. Usted podrá pensar que el hombre pudo haberse utilizado de animal de tiro. Pero la eficiencia del hombre es mucho mayor para llevar carga en el hombro o en la cabeza pues las rutas son más sencillas de construir y la velocidad de un hombre corriendo es mucho mayor que arrastrando un carro. De allí que el servicio de chsquis funcionara a la perfección. La observación del autor niega la realidad y la capacidad técnica de una civilización frente a la europea que sí contaba con animales de tiro.
Posted by: Dardo AE Papalia | 03/29/2010 at 12:57 AM