Me siento dividido con respecto del evento del que voy a hablaros ahora. Para empezar, fue uno de los que me despertó mayores expectativas, algo que casi nunca es bueno. (Casi) todos sabemos que la satisfacción del cliente es algo que depende tanto de la percepción que de la calidad del servicio tiene como de lo que esperaba recibir en un primer momento. Cuanto más altas las expectativas, más difícil resulta que quedemos satisfechos... y lamento decir que no he quedado especialmente satisfecho con la presentación de Yves Degoyon y Alejandra Núñez.
Es cierto que tanto Alejandra como, en menor medida Yves, aportaron algunas ideas interesantes con relación al tema que tratábamos - creatividad e innovación. Es cierto también que su trabajo es fascinante, al menos para mí lo es, y que creo que su presencia en la empresa acogedora puede ser extraordinariamente útil, si es que su equipo directivo reúne la inteligencia y el valor de asumir como propios los planteamientos de los artistas. Todo eso es cierto, pero también lo es que su charla fue - no encuentro otra palabra mejor - caótica como pocas. Saltaban de un tema a otro de forma continúa, sin que aparentemente tuvieran relación entre sí ni mucho menos con el tema a tratar. En algún momento parecía que íbamos a llegar a algo más concreto, pero siempre se esquivaba en el último momento. De acuerdo, se les había dado libertad para diseñar su intervención a su gusto, pero también se hizo con Birzikla - la mejor, sin duda, de las tres - o con Federica y Elmar, y tanto unos como otros consiguieron dejar un buen recuerdo entre los asistentes, algo que no tengo tan claro en este caso.
La ausencia injustificada de un representante de la empresa acogedora - el diario El Correo - y los problemas de conexión, que conviertieron gran parte de la videoconferencia de Alejandra en una "audio"conferencia, terminaron por dar la puntilla a un acto que en nada recordaba a los dos que le precedieron y desde luego no era representativo de los eventos organizados para esta Semana de Innovación de Bizkaia.
Irónicamente, el concepto más interesante de los que se introdujeron durante la charla resume con bastante precisión lo que ocurrió. Alejandra mencionó al principio de la charla que intentaban materializar en su proyecto algo así como una "deriva de conversaciones" alrededor del material que el website rediseñado del periódico suministraría a sus lectores. Creo que esa fue, en gran medida la impresión que nos quedó a todos cuando terminó el Aula - el haber sido testigos de una deriva un tanto alucinada, desde ninguna parte hacia ninguna parte. Realmente triste, especialmente después de haber vislumbrado verdaderos destellos de genialidad en algunos de los trabajos hechos públicos de Yves o Alejandra.
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